1. ¿Quién es Luis Ybarra?
Un periodista enamorado del flamenco, así arranco casi todas mis intervenciones en público. Definirme más, como a cualquier persona medio prudente, me parece algo embarazoso. Me gusta lo que debería gustarnos a todos: la música, que siempre la buena es la de uno, la gastronomía entre amigos, la literatura, viajar, el vino… Ojalá el deporte.
2. ¿A qué edad te iniciaste en el mundo del periodismo? ¿Puedes hablarnos un poco sobre tus comienzos?
En Bachillerato decidí que quería ser periodista cultural. Pensé que con el gusto por la escritura y el flamenco se podía hacer algo. Al entrar en la carrera, me di cuenta de que no. Y, después, con mucho esfuerzo, trabajo y, por qué no, suerte, ha resultado que sí.
No toda, pero una parte importante de mi trabajo está relacionada de una forma u otra con el flamenco. Con 19 años empecé a colaborar con José María Castaño en la web Los Caminos del Cante. Con 25 que tengo, considero que aún estoy empezando. Presento el programa Temple y Pureza en Radiolé, grabo podcast para Cadena Dial y escribo para ABC.
3. Actualmente, ¿cómo ves el flamenco?
Soy optimista y crítico. Hay buenos profesionales, algunos a los que admiro profundamente, y un tejido importante en lo que a la afición se refiere. Es más: cada vez hay más público que sin ser aficionado, al menos, sí es receptivo a esta música, aunque tenemos que seguir trabajando e invirtiendo en divulgación. Hay grandes intérpretes y creativos. En definitiva, buena salud para los próximos treinta años.
También veo aspectos negativos: nos faltan ídolos. Me disgusta acudir a diez espectáculos de baile y no poder disfrutar de un cantaor cantándole a una bailaora con un guitarrista y unos palmeros. Lo contemporáneo, tan importante también, ha sido casi engullido por lo experimental, y perfectamente puedes asistir a una gran programación e irte de allí sin haber visto un baile por derecho por soleá.
Hay jóvenes que no han formado parte de ninguna compañía que hacen montajes que ni ellos entienden. Vamos todos muy deprisa. Queremos revolucionar la soleá sin distinguir la del Mellizo de la de Paquirri.
Se habla poco de cante. También tenemos una exigencia que me asusta. Hay quien dice que Farruquito hace siempre un mismo espectáculo y le cambia de nombre, que quieren verlo hacer cosas nuevas. Si les parece, va a bailar claqué ahora Farruquito. Es una exigencia que no se tenía con los artistas de antes. Nadie esperaba de Chocolate que fuera a grabar un disco de folclore hindú ni que Farruco montara un ballet. Dejemos que cada uno siga de forma natural su camino, siendo contemporáneo de su tiempo, pero no preso de él.
4. ¿De los jóvenes quiénes te gustan?
Todos los que conocen esta cultura en profundidad y alcanzan un discurso propio me gustan, por eso termino disfrutando de cosas que tienen poco que ver entre sí. Habría que definir bien eso de joven, pero entenderé aquellos en activo que considero que tienen más por hacer que ya hecho. En el baile seré poco original: Patricia Guerrero, nuestro último Premio Nacional. Hay también una generación de bailaoras de primer nivel que luchan por quitarse la etiqueta de la Yerbabuena, de quien tantas aprendieron.
En el cante, José Valencia, un clásico haciendo cosas impopulares porque así lo considera, radicalmente novedosas también, innovando pero sin moverse del sitio. También Rocío Márquez, que de cada proyecto saca un sinfín de ideas; Rancapino Chico, que pone a prueba el aguante del público con los silencios que deja, echando atrás el compás y generando momentos entre bellos e incómodos; Antonio Reyes, a quien me gustaría ver dar un paso adelante en su carrera porque lo tiene todo; El Granaíno, Jesús Méndez… Y muchos que me dejo, pero tampoco es esto un ensayo.
En la guitarra, Dani de Morón y Rycardo Moreno, por ejemplo, tienen un discurso propio; y no hay tantos que lo tengan. Salvador Gutiérrez, Pedro Barragán, por su último disco: “Chinitas” y Manuel de la Luz, a nivel de composición, juegan un papel muy especial, esa línea que podría tomar David de Arahal, quien me sorprendió en directo. Yeray Cortés tiene su gusto…. En fin, cada uno que menciono dejo varios atrás. Y te estoy hablando como un aficionado. Diego Villegas en los vientos, por su talento y su sentido del espectáculo, tal vez haga algo importante.
5. ¿Y de los mayores?
De los que están en activo, Pansequito. No sé cómo los programadores no hacen lo imposible por tenerlo, aunque él sea reacio, da igual. Que lo consigan. Es la gran voz de los 70 que llega intacta a este tiempo. Inés Bacán es una debilidad personal, como La Macanita y Aurora Vargas. ¡Y Mayte Martín! El Pele vale oro.
Nano de Jerez, Cancanilla y José de la Tomasa me pellizcan. También Luis El Zambo. Por desgracia, muchos se han ido antes de tiempo, pero a los que están de esas generaciones tampoco les echamos mucho caso. La guitarra de Rafael Riqueni y de Miguel Vargas, uno de los padres del toque extremeño. El baile de Manuel Vargas, el de las representantes que quedan de la escuela sevillana, el de Carrete…
6. ¿Qué le falta al flamenco de hoy y qué le sobra según tu punto de vista?
Le sobra la superficialidad, como a cualquier arte. A mí me gusta La Tremendita, pero no todo el que haga música electrónica con flamenco me gusta, claro. Me gusta el que conoce y de forma natural, mediante un proceso creativo que se cuece a fuego lento, va tomando esos derroteros. Como hizo Morente, Camarón, El Lebrijano, Picasso o Nicanor Parra en la poesía.
Me gustan los clásicos y los que tienen un discurso vanguardista tan poderoso que terminan por imponerse como tal. No los que llegan a la vanguardia por el camino más corto ni los tradicionales que tienen poco que aportar. Me gusta Israel Galván y Andrés Marín, tan libre de todo, pero no que una gente a la que Pansequito les pareció monótono en el último Flamenco On Fire de Pamplona me diga que otro artista “modernito” es mucho mejor porque tal… Si Pansequito les pareció monótono, o previsible, como me dijeron, es que no les gusta el cante.
Directamente. Lo respeto, pero tenemos poco que discutir. Y lo bonito, después de todo lo que hemos hablado, es que convivan estéticas tan diferentes. Dorantes por un lado, Rocío Márquez por otro, Arcángel, José Valencia, La Yerbabuena… Hay propuestas potentes a las que, además, les queda camino por andar.
7. ¿Con qué artistas has llorado?
Te confieso que he llorado poco escuchando música y disfrutando del baile en directo. Emocionarme, unas pocas, por suerte: con Esperanza Fernández en el Lope de Vega, por ejemplo. Llorar de verdad, una sola vez, con Rafael Riqueni. Estoy abierto ha hacerlo más veces.
8. ¿Podrías resumir el flamenco de Sevilla?
Desde luego que no. Es tan difícil como resumir el arte en Florencia. Resumir el flamenco de Utrera o Jerez, donde hay unos cánones más establecidos y ciertos patrones que se repiten, sería una tarea muy compleja. El de Sevilla, una tierra que recibe artistas de diferentes épocas procedentes de diferentes poblaciones, sería imposible.
Sí hay una forma de bailar, la de la escuela sevillana que se inicia con Pastora Imperio e inmediatamente después, con Matilde Coral. También una forma de tocar: la del Niño Ricardo. Pero no una forma de cantar. ¿Cuál es el cante de Triana? ¿El de Chiquetete o el de Curro Fernández? ¿El de La Perla, Emilio Abadía o El Gordito? ¿Y el de la Alameda? ¿Y La Macarena? ¿Qué tiene que ver Chocalate, un jerezano en Sevilla, con Manuel Vallejo? Todo está más mezclado en esta ciudad.
Aquí llegó Chacón y el Torre desde Jerez, otros desde Extremadura, en cada barrio se cantaba distinto. En cada familia, en cada academia, en cada patio… Y somos herencia de todo ello.
9. Tengo que preguntarte por Rafael Riqueni, ¿Qué me dirías del maestro?
Tengo la suerte de haber coincidido con él. Me perdí a Paco de Lucía por poco, como a Morente… A José Menese, El Torta y El Lebrijano no los disfruté como me hubiera gustado. Pero a Rafael Riqueni, sí. A mi juicio, es la guitarra más importante en activo, junto a la de Vicente Amigo. Su siguiente proyecto se llama “Nerja” y ya lo he visto anunciado en algunos festivales. Lo espero con ansias. Ha estado parado mucho tiempo y rebosa ideas.
10. Luis, ¿Algún proyecto en mente?
Publicaré un poemario esta primavera. El primero. No es flamenco, pero algo tiene.
Nombre Completo: Luis Ybarra Ramírez
Fecha de Nacimiento: 04/05/1996
Localidad o Provincia: Sevilla
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Entrevista realizada en 2022.
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Muchas Gracias por tu atención Luis, saludos.
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