1- ¿De dónde te viene tu gran afición por el arte flamenco? ¿Puedes hablarnos un poco de ello?
Pues podría decirte aquello de: entorno familiar, amigos, cintas de cassette, discos de vinilo… que estaban ahí, aunque no llegaban a despertar el interés por ahondar, conocer o incluso diferenciar palos o más bien estilos que es de lo que debemos hablar en el Flamenco. Aunque siempre hay un antes y un después, el inicio de ese camino sin retorno, el sentirte totalmente cautivado por este arte universal en el que no valen las medias tintas, el momento en que te atrapa o no te atrapa.
Fue después de escuchar a José Mercé que reaparecía tras la muerte de su hijo Curro. Tengo grabado a fuego su cante por siguiriyas. Como decía (no miento) no sabía si cantaba ni siquiera por siguiriyas o qué, pero fue tal la sensación o trasmisión de dolor, de cante de tragedia que José transmitía, que me dio de lleno. Fue un arañazo en el alma que despertó en mí unos sentimientos hacia esta música (que estaba ahí), aparentemente tan sencilla pero tan compleja, tan anárquica como coherente, que generaron el interés por conocer, escuchar, vivir y comprender que el flamenco es una verdadera filosofía de vida.
En definitiva podría decir que empecé la casa por el tejado, me atrapó el cante por seguiriyas. Todo fue rápido y fácil, a las pocas horas de aquello descubrí, casi nada, a Manuel Torres… Después llegó la Niña los Peines, Tomás Pavón, D. Antonio Chacón, Caracol, Mairena, Vallejo…. rico y variado, un pozo sin fondo de nombres y estilos de los que sigo aprendiendo y, sobre todo, disfrutando.
2- ¿Cómo ves el mundo del flamenco actual?
Hay mimbres, tenemos toda una generación de gente joven que viene apretando con fuerza y se va haciendo hueco buscando su sello propio, la personalidad, quizá lo más importante (bajo mi punto de vista) dentro de cualquier disciplina artística. Todo lo que lleve coherencia, razón de ser, respeto hacia las fuentes y genere sello propio nunca puede ser malo del todo. Te podrá gustar más o menos.
3- Una Fotografía que te haya marcado en tu vida, ¿cuál sería?
Te diría que más que una fotografía me atraparon las obras de Elke, Colita o mi admirado Pepe Lamarca. Cada uno en su estilo, pero realizando tomas que hablan, cuentan, cantan, bailan, tocan, respiran flamenco. Y qué difícil es conseguir eso en una foto. Hoy en día muchos se empeñan, con todos mis respetos, en explicar la foto con textos. La foto debe hablar por sí sola.
4- ¿Qué opinas de la fotografía en general y en particular de la flamenca?
Uff, aquí me voy a mojar (jejeje). En líneas generales la fotografía ha sufrido una verdadera democratización con la era digital, siendo accesible a todo el mundo. Hoy día se hacen fotos con dispositivos móviles, cámaras cada vez más pequeñas y fáciles de manejar, redes sociales que las fomentan… Y quizá toda esa facilidad ha hecho, como suele pasar en todo lo que resulta fácil/accesible, que otorguemos menos valor a las cosas.
Se está fomentando un tipo de fotografía “automática”, inmediata, sin tener en cuenta unos mínimos necesarios. Por otro lado está el grueso de fotógrafos que en su adaptación del analógico a la era digital, aprovechando las ventajas del ordenador (antes también había margen aunque ahora se multiplica exponencialmente) han entrado en una espiral de la técnica por la técnica.
Te encuentras fotos que son un verdadero alarde de técnica sin más: balance de blancos, regla de los tercios, líneas, diagonales, se levantan las zonas de sombra, se cuidan las zonas de luces… Pero fotos frías que no dicen nada, bien ejecutadas y punto. Se está dejando atrás la percepción artística. La fotografía está claro que no puede prescindir de la técnica, como decía al principio con la inmediatez y el carácter automático actual, pero tampoco debe ser el objetivo que acapare todo en ella.
Me llama mucho la atención como desde asociaciones o foros, el eje central de debate es corregirse técnicamente unos a otros olvidándose de lo más importante, el mensaje de la fotografía. Es necesario educar el ojo y ahondar en disciplinas tan influyentes como pudiera ser la pintura.
En este contexto la fotografía flamenca no es ajena, aunque es cierto que el valor artístico, casi por naturaleza del asunto, está más presente. Hay una hornada de compañeros cada uno con su rollo y sus apoyos (por así decirlo) que tratan de luchar y abrirse hueco en una disciplina que en líneas generales está infravalorada pero que quizá el factor artístico le otorga un marchamo inicial. De todos modos hace falta generar más valor cultural entorno al flamenco y cultura visual.
Afortunadamente he tenido la oportunidad de exponer en estos últimos 6 años en más de una treintena de sitios (Lisboa, Río de Janeiro, Rabat, Fez, Madrid, Bilbao, Leganés, Rivas, Aranda de Duero, Mérida, Badajoz, Pinto, D. Benito, Boadilla del Monte…) y llegas a la conclusión de que solamente merece la pena hacerlo donde realmente valoren y muestren interés. Hay sitios, vuelvo a mojarme, inclusive asociaciones o peñas a las que he pertenecido que ni siquiera han tenido el detalle de plantearte, proponer o valorar mi trabajo, sólo pedirte fotos (gratuitamente, por supuesto) cuando necesitan.
Con cuestiones así, llega un momento en el te debes posicionar respecto a tu trabajo. No es exigir nada, ni muestras de despecho, simplemente proteger mi trabajo y ponerle límites a hechos que parecen no se valoran. Por ejemplo, he tenido opción de llevar mis fotos por muchos rincones de España y el extranjero, asumiendo en radio, prensa, televisión que se vinculase el nombre de una asociación o localidad a la propia exposición. ¡¡Ojo!!, una publicidad importante, que evidentemente decides cortar cuando no hay ni un ápice de interés hacia lo que haces.
En definitiva el entorno del flamenco, en líneas generales, adolece de cultura visual, la inmediatez de la fotografía actual lleva a no dar valor y creer muchas veces que las cosas surgen de la nada. Esto explica que en la actualidad en cuanto a exposiciones, colaboraciones y demás me rija por el interés mostrado y apetencias personales.
5- ¿Se realiza buen marketing en el mundo del flamenco?
No, tajantemente no. Y lo que se hace, me vuelvo a mojar, no me gusta. Se venden intereses personales.
6- Que utilicen tus fotos y te quiten las firmas ¿Cómo lo ves?
Pues te puedes imaginar, me parece una auténtica falta de respeto que denota claramente lo poco que se valora este trabajo y la desconsideración que reina. Personalmente me he encontrado de todo, desde locales decorados con fotografías mías (donde ya te pones serio y antes de dar otros pasos haces que las retiren), hasta que “un personaje” que trabajaba para la Bienal de Sevilla te quite tu foto, ponga su marca de agua y la venda a un periódico de tirada nacional.
Estas son situaciones muy habituales, al igual que la Peña o Asociación de turno que pilla tu foto para hacer su cartel.
7- ¿A qué artista le tienes una gran admiración por su trabajo?
Me quedo con Elke, Colita y Pepe Lamarca. No en vano fueron lo que propiciaron que uniese mis dos grandes pasiones: Flamenco y Fotografía.
8- Actualmente, ¿Tienes algún proyecto en mente?
Ahora mismo estoy con exposición en uno de los templos del flamenco, Casa Patas, una muestra de la serie Flamencuras (con más de 36.000 instantáneas) que estará hasta finales de abril. Tengo varias propuestas encima de la mesa en el extranjero, que espero se puedan cerrar en breve, y ganas de empezar una nueva serie dedicada al baile, hasta aquí puedo leer…
9- Un cantaor.
El Pele.
10- Un guitarrista.
Miguel Vargas.
11- Un bailaor.
Pepe Torres.
12- ¿Qué añadirías a esta entrevista?
Agradecer el espacio y valor que otorgáis a la fotografía de flamenco en particular y al flamenco en general. Y tener una muestra de cariño y admiración hacia los artistas en vida que mejor cultivan los estilos de mi tierra: Tangos y Jaleos con La Caíta y Alejandro Vega al cante, El Peregrino al baile y Juan y Miguel Vargas a la guitarra. Tristemente más valorados fuera que en su propia tierra.
Igualmente acordarme y agradecer a personas como José Andújar, amigo y ejemplo a seguir como apuesta por el flamenco, capaz de crear de la nada una verdadera afición en Rivas entorno al Restaurante Mirador y al el Festival Rivas Flamenca, el más importante de comienzos de año en la Comunidad de Madrid e incluso me atrevería a decir que en España. Tampoco quisiera pasar por alto a la Casa de Andalucía de Rivas por el detalle que tuvieron el año pasado hacia la serie Flamencuras y la labor que hacen, y en especial al amigo y admirado José Luis Gálvez, “Garve”, que inesperadamente nos dejó.
Un ejemplo de flamenco y hombre cabal que sabía como pocos explicar, con suma sencillez, los entresijos del cante. Igualmente agradecer al amigo D. Paco Zambrano su inmensa labor por el flamenco en general y el extremeño en particular, gracias a él muchas generaciones hemos aprendido y valorado cuestiones que si no se hubiese preocupado de rescatarlas no se conocerían. Mandarle un fuerte abrazo y decirle que a buen seguro Tere (su mujer) estará desde el cielo velando por ti y todos los amantes del flamenco.
Y por último acordarme de tres espacios en Madrid donde disfrutar verdaderamente de espectáculos flamencos, los cuales desde un principio me abrieron sus puertas: Casa Patas, con Martín Guerrero a la cabeza, Tablao Villa Rosa con Rebeca y José, y Las tablas con Antonia y José.
Satispén tali (salud y libertad).
NOMBRE COMPLETO: Diego Gallardo López.
NOMBRE ARTÍSTICO: Diego Gallardo/ Flamencuras.
FECHA DE NACIMIENTO: 12/06/1977.
LOCALIDAD O PROVINCIA: Soy Extremeño.
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Entrevista realizada en 2018.
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Muchas Gracias por tu atención Diego, saludos.
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